Tailandia

Qué ver y qué hacer en Tailandia

Bangkok. La capital del reino es una de las grandes metrópolis asiáticas y del mundo, un hervidero inabarcable en horizontal y en vertical de tráfico insufrible y de choque de contrastes entre la tradición y la modernidad. Bares y restaurantes, mercados, parques, patrimonio cultural, hoteles, rarezas, frenesí… Allí lo tienes todo.
Sukhothai. Aunque alejadas de Bangkok, es obligado rendir pleitesía a las ruinas de la antigua capital convertidas en parques históricos amurallados reconocidos por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad. Entre la naturaleza salvaje, un puñado de monumentos, palacios y templos medievales que elevan el espíritu.
Chiang Mai. La capital del norte y la segunda ciudad en importancia del país tiene una escala más humana, un ambiente juvenil arrebatador y algunos de los templos de mayor valor. Su variedad de mercados hacen de ella un destino gastronómico imprescindible. Enclave estratégico desde donde explorar el Tríángulo de Oro.
Ko Samui. En realidad a esta gran isla del Golfo de Tailandia habría que añadir las más pequeñas de Ko Phangan y Ko Tao como las más paradisíacas de la costa suroriental tailandesa, a pesar del lógico incremento turístico.
Ko Phi Phi. Al sur de Krabi, este archipiélago declarado Parque Nacional Marino debido a su biodiversidad, es uno de los paisajes más alucinantes del país y el destino clave del Mar de Andamán. Sí, en estos peñascos kársticos que emergen del mar se rodó la película La Isla. Lugar de peregrinaje mitómano.
Phuket. La todavía Perla de Andamán, es una península que, a pesar de haber sido uno de los destinos más castigados por el tsunami de 2004, es sinónimo de turismo de masas. Si lo tuyo no es la playa o la marcha nocturna, olvídate.

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Recomendaciones en Tailandia

Sumarse al copeo de noche en cualquiera de sus rascacielos, como por ejemplo en la terraza del Sky Bar, un bar de vértigo situado a más de 250 metros del suelo en la azotea del hotel Lebua, con su inconfundible cúpula dorada y sus escalinatas señoriales. ¿Has visto Resacón 2: Ahora en Tailandia?
Asistir en Bangkok o Phuket a un combate de muay thai, el kick boxing tailandés.
Atreverse, por ejemplo a las afueras de Chiang Mai, a conocer el hábitat de los elefantes, subirse a uno de ellos para adentrarse en la selva y darse un chapuzón en el río entre los paquidermos y sus crías.
Bucear en cualquiera de sus inmersiones santuario de fama mundial. Para quien quiera toparse con tiburones ballena o leopardo, Ko Samui. Quien se envalentone con tiburones tigre, Ko Tao.
Al menos una vez en la vida hay que apuntarse a una Full Moon Party y las más sonadas se celebran en Ko Phangan, sobre todo en las playas de Har Rin.
Divisar en la región más septentrional del país y con el río Mekong de por medio las fronteras de Tailandia, Laos y Myanmar: el emblemático Tríángulo de Oro.
Perderse durante el fin de semana en el descomunal y laberíntico mercado de Chatuchak, en Bangkok, donde se vende de todo.
Darse un festín a base de insectos, desde gusanos a saltamontes, en el mercado de comida de Chiang Rai.

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