México es uno de los países más diversos del mundo, con destinos naturales de excepcional belleza y una historia y cultura que se manifiesta en preciosos pueblos mágicos. Querétaro no es una excepción de ello, y ofrece desde parajes hermosos hasta callejuelas empedradas para hacer las delicias de toda la familia. Repasamos algunos de sus joyas más emblemáticas.
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Sin duda es uno de los mayores atractivos de todo Querétaro. Tequisquiapan es el pueblo mágico definitivo, ideal para una escapada de fin de semana, porque ofrece todo lo que un viajero puede pedir Su centro colonial brinda un excepcional escenario para quienes quieran disfrutar de un agradable paseo. Por el camino podrán encontrar mercados de artesanías y restaurantes donde saciar tu apetito con una gran grastronomía local. También podrás alojarte en uno de sus fantásticos spas o, si eres de los que prefieren la actividad en la naturaleza, también se ofrecen paseos a caballo por los alrededores.
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Si quieres algo más tranquilo, Cadereyta es lo que estás buscando. Con dos parroquias sobresalientes, las de San Pablo y San Pedro, el centro del pueblo es ideal para pasear y disfrutar de su estilo colonial. Uno de sus puntos destacados es el Jardín Botánico, con más de 3 mil plantas. En los alrededores del pueblo encontrarás paseos increíbles, con cavernas, presas e incluso zonas arqueológicas.
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Normalmente el impacto del ser humano en la naturaleza es nefasto, pero a veces nos deja hermosos detalles. Tzibanzá es una islita que se creó cuando se inundó el valle de Zimapán para crear la presa que ahora tenemos. La isla se ha convertido en un pequeño complejo ecoturístico que se está poniendo de moda en los últimos años. Visítalo para disfrutar del descanso y de este increíble paraje natural alojándote en una de las 10 cabañitas que allí se rentan.
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Se ha repetido mucho, pero no por ello es menos asombroso. Le Peña de Bernal es el tercer monolito más grande del mundo, lo que lo convierte en una visita obligada en Querétaro. Se puede escalar en rappel, pasear por su falda boscosa y disfrutar de las proyecciones de formas con luces que se hacen desde el pueblo vecino, San Miguel Bernal. El pueblo también amerita una visita, por su corazón virreinal y sus artesanías.
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De nuevo, encontramos un bello y colorido centro colonial por el que perderte en un fin de semana de relajación. Pero además, San Joaquín es un pueblo rico en historia y leyendas, por lo que podrás disfrutar conociéndolas. También cuenta con el Parque Nacional Campo Alegre, la Gruta Los Herrera y el importante sitio arqueológico Ranas, con lo que podrás completar tu escapada con un recorrido natural y cultural.
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La naturaleza es el fuerte de Jalpan; tiene distintas cascadas y cuevas en las que podrás dar rienda suelta a tu espíritu aventurero. Para los pequeños también encontrarás el Parque Recreativo Mundo Acuático. Pero no te equivoques, Jalpan también ofrece un centro de estilo colonial donde dar un paseo para descansar tras un día de actividades.
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Es la verdadera joya oculta de la sierra queretana. El coqueto pueblito y sus alrededores se sitúan en la zona más alta de la región, por lo que disfrutarás de unas increíbles vistas naturales desde los miradores naturales que rodean el lugar. Los colores rojo y amarillo característicos de los edificios coloniales de la región hacen de nuevo presencia para brindar un encanto especial al pueblo de montaña. No te pierdas las cascadas que se esconden en los bosques de coníferas cercanos ni tampoco el exconvento de Bucareli en el centro del pueblo.
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La Sierra Gorda se encuentra dentro de la cordillera queretana, y dentro de la misma, encontramos la reserva de la biosfera, un verdadero oasis natural que te dejará con la boca abierta, con lugares tan impresionantes como el llamado Sótano del Barro, un impresionante agujero en medio del mantel de la sierra, parecido a los que hay en lo alto de los tepúis venezolanos. Lo más recomendable es que, si quieres acceder, te pongas en contacto con un operador turístico, porque es muy complicado, por la naturaleza del lugar. Además, disfruta de la presa de Jalpan o de la hermosa cascada Chuvejé.
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Este es un histórico pueblo colonial, lo que da a su carácter colonial un carácter especial. Pero lo que de verdad es especial de este pueblo es su sorprendente Museo de la Muerte, que además se asienta sobre un antiguo cementerio usado hasta el Siglo XIX. En él podrás apreciar una revisión del fenómeno de la muerte desde el punto de vista cultural, con toda su importancia social y sus misterios. Visita además el viejísimo Puente de la Historia, construido a lo largo de sesenta años en el Siglo XVIII.
Y si te animas a lanzarte a recorrer Querétaro, no podemos dejar de recomendarte la ruta del vino y el queso, que presenta los numerosos viñedos de la región, y que ofrece diversos festivales a lo largo del año, en los que podrás degustar los característicos productos.
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