Los errores que todos cometemos cuando viajamos a Europa

Para muchos, ir a visitar el viejo continente es el sueño y objetivo en cuestiones de viajes. Con la libertad de poder explorar el internet para adquirir sus boletos este sueño es más posible. Pero también existen errores que todos cometemos la primera vez que viajamos a Europa.

1. Dejarte llevar por los precios baratísimos de los vuelos

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Los vuelos baratos son geniales, no cabe duda y para viajar entre países europeos hay muchísimas opciones. Pero no te dejes llevar por las grandiosas ofertas así como así. Revisa bien de dónde salen y qué tan cerca o lejos están esos aeropuertos de las ciudades, porque puede que estén muy alejados.

En mi primer viaje a Europa, el vuelo que compré a París llegaba a Beauvais, que está casi a dos horas de la ciudad. Y el problema no es tanto el tiempo en llegar de y ahí, sino que alrededor no hay nada y tienes que tomar unos camiones que salen de ahí mismo, que en ese entonces costaban la módica cantidad de 35 Euros. O sea, en la ida y regreso se te fue la cantidad que pensaste que “habías ahorrado en tus vuelos”.

2. No calcular bien distancias y horarios

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De nuevo, me dejé llevar por un vuelo barato de Barcelona a París, sin darme cuenta que como el vuelo salía a las 6 de la mañana, en un aeropuerto que estaba lejos de la ciudad y al que sólo iba un transporte, tuve que salir del confort de la casa de mi amiga donde me quedaba a las 10 de la noche que salía el último camión y pasar la noche en el aeropuerto.

También puede suceder que ese hostal a súper precio haya quedado muy lejos de la ciudad y pierdas mucho tiempo en transporte, etc.

3. No investigar las reglas de los países que visitarás

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Por ejemplo, puedes perder mucho dinero si llegas directo a sentarte en las mesas de las cafeterías, porque te cobrarán el cubierto. Si no quieres gastar tanto, desayuna como los locales en la barra te sale más barato, además de que en el viejo continente en la mayoría de los países no se estila dejar propina.

4. Llevar una maleta muy chica o sólo una

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A veces, por la comodidad de salir pronto de un vuelo a explorar, nos llevamos una maleta para subir al avión y bajar de él muy rápido. Porque prefieres viajar ligero y probablemente no quieres gastar dinero en demasiados recuerditos o cualquier cosa material porque eres minimalista zen. Y lo entiendo.

Pero una vez que estés allá, y la ropa barata (más barata que en México) o de mejor calidad como sucede con las cosas de piel en Roma te haga ojitos, tendrás que comprar una maleta. Vete preparado: lleva una back pack de tela para cualquier eventualidad.

5. No tomar precauciones con tus pertenencias

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Es cierto, viajar a Europa es seguro, pero eso no quiere decir que no vayas a caer en manos de un carterista (que es muy común).

Todo chilango certificado seguro se siente con la confianza de vivir preparado para este tipo de situaciones. Pero la realidad es que las personas dedicadas a esto esperan a que te descuides. Así que: mantente alerta, no te distraigas demasiado buscando en el mapa y divide tu dinero y documentos importantes.

Como dato adicional, hay bolsas especiales que puedes portar bajo tu ropa y no se ven, o llevar un candado para dejar todo en el locker del hostal.

6. Hacer lo que todos hacen

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Si realmente no te interesan tanto los museos, ¿para qué visitar lugares como el Louvre si la pintura y la historia no te llaman la atención realmente? Sí, está lleno de grandes maestros de la pintura, y piezas muy famosas, pero si nada de eso te gusta, porqué no mejor ir a algo que te llame la atención realmente. Diseña un genial viaje para ti y todo lo que te gusta.

Un ejemplo real es que me fui a hacer el recorrido del Vaticano, aunque lo único que me interesaba era la capilla sixtina. Perdí mucho tiempo y al final, en mi día en Roma ya no pude ir en busca de Pizza de papa 🙁